La inspiración es una amiga caprichosa, así que hemos de invitarla constantemente a visitarnos.
Creo a partir del conocimiento del perfil del niño o niña para quién voy a escribir la historia. Me transmiten los gustos, aficiones, ilusiones y también pido algunas fotos que, junto con el modo de transmitirlas, reflejan de gran manera las características del protagonista del cuento. También es determinante el objetivo que persigue la persona que me lo pide, los valores que pretende transmitir o si es motivada con un fin terapéutico.
A partir de ahí, la historia surge de mi imaginación y en ocasiones algo de investigación dependiendo del argumento de que trate. Hago las ilustraciones, casi siempre acuarelas o pastel, en base a la narración. Completo el proceso con la edición, diseño e impresión del cuento.
Cuéntanos qué quieres, en qué estás pensando, qué necesidades tienes y nosotros te haremos varias propuestas.
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